16 de junio de 2005

"Regresa vencedor o no regreses"...

...solían decir las madres espartanas a sus valerosos hijos, convertidos luego de una rigurosa formación, en armas mortales.
Ayax o los verdaderos héroes.
Ayax, soldado griego, el segundo más valiente luego de Aquiles, cumple con este mandato, el de "no regresar". ¿Cómo regresar en esta condición?
"Y ahora ¿qué debo hacer? Yo que soy claramente aborrecible a los dioses, al que el ejército de los helenos odia, y Troya entera, así como estas llanuras, detestan...¿Acaso atravesaré el mar Egeo en dirección a mi casa abandonando estos lugares que nos sirven de puertos y dejando solos a los Atridas? ¿y qué rostro mostraré a mi padre Telamón? ¿Cómo va a soportar verme si aparezco sin galardones, de los que él obtuvo una gran corona de gloria? No es cosa soportable.
Entonces, pues ¿iré hacia la fortificación de los troyanos y combatiré yo solo contra ellos sin nadie mas, para hacer alguna proeza, y por último, morir ? Pero de esta manera yo daría gusto a los Atridas. No es prosible esto. Tengo que buscar un proyecto de unas características tales que evidencien a mi anciano padre, de algún modo, que no he nacido de él para ser un cobarde. Porque vergonzoso es que un hombre deseee vivir largamente sin experimentar ningún cambio en sus desgracias. ¿Cómo puede alegrarnos añadir un día a otro y apartarnos de morir?-No compraría por ningún valor al hombre que se anima con esperanzas vanas; el noble debe vivir con honor o cono honor morir. Mi discurso por entero has escuchado".
Quienes rodean a Ayax, sostienen que él está loco, está perdido, poseído por la manía, la locura divina, pero en cambio yo percibo en él, el mayor instante de lucidez, él, quien nunca necesitó hablar, él, esa masa corpulenta e invencible, que sabía cómo hacer respetar el silencioso código de honor, abriéndose paso entre una marea de espadas y hombres muy parecidos a él. Ese Ayax, más coherente que nunca ha visto como luego de la batalla las máscaras de sus propios hermanos de batalla caen, todo es una farza y lo único verdadero es su soledad ante su destino.
La muerte para él es la única salida digna, no caben otras opciones en su mundo, y yo me pregunto, en el mundo que vivimos hoy, caben otras salidas? ¿o buscamos discursos dulces y arcádicos que justifiquen nuestra cobardía ante este tipo de decisiones?.

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo no regresaré...